“Cuando descubrí la bolita busqué atención médica pero me dijeron que tal vez era grasa o retención de leche y me dieron cita para 4 meses después. Entonces me acerqué a una fundación en San Cristóbal en donde me mandaron hacer un ultrasonido y la doctora de ahí me refirió a un hospital en Chiapas. Luego platicando sobre mi problema en otra fundación en la que atienden a mi hijo una persona me dijo 'No. Tú te vas para FUCAM'.
Me presentaron a una mujer que también era paciente y me platicó sobre la Fundación. Sinceramente yo no quería venir no tenía dinero para el transporte pero me dijeron que lo valía.
El día que llegué a FUCAM todos fueron muy considerados conmigo por venir de lejos. Ese mismo día me pasaron a consulta y me hicieron la biopsia y a los siete días me dieron los resultados. Empecé mi tratamiento con quimioterapia por lo que ahora tengo que estar yendo y viniendo, y por eso mismo muchas veces quise renunciar, porque es mucho desgaste económico, pero al ver que otras pacientes con menos recursos y que vienen de más lejos están luchando y hasta energía tienen para darme ánimos, decidí continuar.
Ahora cada que vengo a mis quimios me quedo en la Casa FUCAM. Estar en aquí es tener la mente positiva y no retroceder sino luchar”.
“Mi problema empezó en mi mama izquierda, yo nunca quise ir con los doctores, no me gustaba, la verdad. Viene mi amiga y me dice oye te veo más grande un seno que el otro y yo le dije es normal. No es normal me dijo y también mi patrona, y me dijeron que fuera al doctor pero no fui. Luego fue creciendo lo que tenía pero ni así yo le puse importancia a mi problema. Usé pomadas pero nunca me curaron, un día fui a la clínica pero no me atendieron, me decían que no era grave.
Mis amigas no me dejaron, investigaron y conocieron a otra mujer de Chiapas que les dio un teléfono y entonces mis amigas, lucharon y lucharon para mandarme hasta acá, hasta el hospital FUCAM, donde me quieren mucho.
Gracias a Dios que no fue cáncer lo que tengo y gracias a Dios que mis amigas nunca me dejaron sola, porque yo soy madre soltera y por sacar adelante a mis hijos nunca me atendí.
Yo quiero decirles a otras mujeres que no tengan miedo, no están solas, yo soy de Chiapas y hasta donde llegué.
Ya me dieron de alta y todo de mi cirugía salió perfectamente muy bien, me siento feliz, feliz, me siento nueva, y a seguir adelante como siempre.”